domingo, 15 de septiembre de 2013

CONSEJOS: Todo suma: diez claves para acumular más millas

Viajeros frecuentes
Todo suma: diez claves para acumular más millas
Promociones, programas de beneficios, consejos y algunas verdades en letra chica para acreditar más puntos y gastar menos a la hora de comprar un pasaje
Por Lucila Marti Garro  | Para LA NACION

Pagar con determinada tarjeta de crédito, comprar de todo en shoppings virtuales asociados a aerolíneas, combinar viajes por distintas compañías, aprovechar ofertas de último momento... Desde que las aerolíneas implementaron sus programas de beneficios para pasajeros frecuentes, la mecánica de acumulación de puntos para volar gratis se ha vuelto cada vez más compleja, pero también, si se es metódico, atractiva y conveniente. Aquí, algunas claves para aprender a sumar mejor y que nadie se quede en tierra.
1. Volar y acumular
El primer paso para comenzar a sumar millas es, por supuesto, asociarse como viajero frecuente a una compañía aérea. El trámite se hace online en el portal de cada empresa. Recuerde que los niños también pueden ser socios, normalmente a partir de los 2 años, es decir cuando empiezan a abonar su pasaje. Emirates, de hecho, lanzó un programa de viajero frecuente especial, Skysurfers, dirigido a chicos de 2 a 16, que pueden obtener millas como sus padres y canjearlas por vuelos gratuitos, relojes, iPods, libros, juegos, noches de hotel y excursiones en Dubai, como travesías en camello por el desierto, esquí en la pista de nieve Ski Dubai o divertirse en el parque acuático Wild Wadi Water.
Otro dato importante: algunas empresas exigen que el pasajero ya sea socio a la hora de embarcar para sumar dicho viaje, como en el caso de GOL, con su programa Smiles, y Aerolíneas Argentinas, con AR Plus. Otras, en cambio, dejan un plazo de gracia. Por ejemplo, LAN permite asociarse a LanPass incluso después de volar y sumar los kilómetros realizados en los últimos 60 días; Delta ofrece crédito retroactivo 30 días antes de la inscripción en el programa SkyMiles; Avianca es de las más generosas: se puede solicitar la acreditación de los viajes realizados hasta 12 meses antes de ser socio de su programa.
Una vez hecho el viaje, si el pasajero ya es socio de la aerolínea, en general tiene entre seis y doce meses, según la compañía, para acreditar su puntaje. Importante: conservar el boarding pass hasta que las millas se acrediten, ya que será el comprobante necesario en caso de reclamos.
2. Más viaja, más gana
La norma es que quien más viaja más beneficios obtiene. Las aerolíneas premian con el estatus de élite a sus socios más frecuentes. La mayoría de las empresas divide a esos pasajeros en cuatro categorías ascendentes. Para pasar de la clase básica al primer escalón de socio élite se deben acumular en un año 25.000 millas o viajar 30 tramos aéreos (Aerolíneas Argentinas permite también ascender con 15.000 millas o 15 tramos). En este estadio, los socios acumulan un 25% de millas extras con cada viaje, entre otros beneficios. A medida que más vuelan suben de categoría, lo que puede significar acumular el doble de millas, además de recibir otros beneficios como ascenso de clase, check in preferencial, servicios de remisería y limusina, mayor cantidad de equipaje permitido y salas de espera exclusivas en los aeropuertos. Pero si al cabo de un año el cliente no viajó lo necesario para mantenerse en su respectiva clase élite, suele descender de categoría.
Emirates incorporó este año la cuarta categoría, Platinum, que viene después de Blue, Silver y Gold. Para obtener sus ventajas es necesario viajar nada menos que 150.000 millas al año. Los miembros Platinum acceden a un mostrador de check in propio, ingreso para dos personas a las salas VIP de First Class en Dubai, o el despacho de 20 kilos de peso adicionales, independientemente de la clase en la que viaje.
3. Las tarjetas suman
Más allá de volar hay otras formas de sumar millas. Lo más habitual es comprar con una tarjeta de crédito asociada a una aerolínea. Es así como, desde un servicio hasta una compra de supermercado, puede juntar puntos para LAN (Banco Francés), United Airlines (ICBC), American Airlines (Citibank), GOL (Banco Patagonia) o TAM (Itaú).
Aerolíneas Argentinas es una de las pocas líneas aéreas que trabaja con múltiples bancos. Desde el año último se puede acumular millas en American Express (tarjeta propietaria), Banco Credicoop, Banco Galicia, Banco Hipotecario, Banco Nación y Banco Provincia. Delta Air Lines, por su parte, tiene un acuerdo global con American Express para acumular millas a través de los consumos con esa tarjeta de crédito, cuyos puntos membership rewards también pueden canjearse en otras aerolíneas como Iberia o American Airlines.
Para todos los casos, la tasa de acumulación es de una milla por cada dólar de consumo con la tarjeta. Pero atención: algunas de estas tarjetas tienen un costo (a veces alto) de emisión o renovación.
4. Hoteles, autos y cruceros
No muchos lo tienen presente, pero hay hoteles y compañías de alquiler de auto que también ayudan a volar. Es así como al alquilar autos en Alamo, Avis, Europcar o al hospedarse en la cadena NH y Hilton, el viajero recoge puntos para Aerolíneas Argentinas, por ejemplo; mientras LAN tiene convenio con Hertz, Avis, Budget y más de 40 hoteles sólo en la Argentina.
Paradójicamente, navegar también puede servir para levantar vuelo. Tanto Delta como American Airlines y United cuentan con portales de reservas de cruceros. Al reservar allí un viaje en barco, el turista recauda desde 1500 hasta 10.000 millas o, como en el caso de United Cruises, 2 millas por cada dólar gastado, o 4 si el camarote tiene balcón o es suite.
Estos sistemas de reserva no permiten terminar la compra online cuando se paga con una tarjeta que no es de Estados Unidos, pero el proceso sí se puede completar vía telefónica. Las millas se acreditan por camarote a sólo uno de sus pasajeros. Generalmente los precios son iguales o similares a los de la Web de las compañías de cruceros. No obstante, conviene antes comparar tarifas o de lo contrario las millas pueden salir caras.
5. Aliadas, pero distintas
A partir de la formación de las alianzas de distintas aerolíneas, un pasajero puede volar por una compañía y acreditar sus puntos a otra que pertenezca al mismo grupo. Existen tres alianzas: One World (American Airlines, LAN, Iberia, Quantas, entre otros); Star Alliance (United, Copa Airlines, Lufthansa, Air Canada, entre otros), y Skyteam (Aerolíneas Argentinas, Delta, Alitalia, Air France, entre otros).
Pero cuidado: no todos los socios de una alianza siguen las mismas reglas. De manera que se deben chequear los cuadros de ahorro de millas en la Web de cada aerolínea. Estas diferencias aplican sobre todo en las tarifas más económicas. Por ejemplo, un vuelo de Buenos Aires a París por Air France en clase económica acumula sólo el 25% de millas por Aerolíneas Argentinas, mientras que si se pasan a Delta, que también es miembro de Skyteam, acumulan el 100%. De la misma manera, la clase más económica de Alitalia acredita un 50% de millas en Aerolíneas, pero un 100% en Delta, Air France, GOL, KLM o Aeroméxico.
Oneworld opera de la misma manera. Mientras LAN y American Airlines se acreditan mutuamente el 100% de las millas voladas, no pasa lo mismo con otras aerolíneas de la alianza. Dentro de la clase turista, los boletos llamados discounted economy (turista con descuento) suman menos. Un vuelo de British Airways puede acumular sólo un 25% de millas en LAN y viceversa, mientras que acreditándolo en la misma aerolínea que fue realizado el viaje puede acreditar el 100%. Asimismo un vuelo de la tarifa más económica por Iberia, pero acreditado en LAN, suma solo un 30% de millas.
Algunas aerolíneas suman siempre la totalidad de las millas voladas, mientras otras dependen de la categoría del boleto. Por ejemplo: un vuelo Buenos Aires-Miami en octubre cuesta, tanto en LAN como en Aerolíneas Argentinas, 7218 pesos en su categoría más económica, según arrojan sus cotizadores en la Web. Pero mientras en LAN la tarifa base suma el 100% de millas, en Aerolíneas su tarifa promo suma el 50 por ciento.
A veces conviene tener en cuenta estas variantes incluso dentro de una misma compañía. Ejemplo: un vuelo en GOL saliendo el 9 de octubre hacia San Pablo cuesta $ 768 en tarifa promocional, mientras que en programada -la categoría siguiente- cuesta $ 825. Si bien la primera cuesta $ 57 menos, aquella categoría acumula sólo un 30% de millas (317 millas), mientras que la segunda el 100% (1056). Conclusión: a la hora de canjear los puntos, al viajar por unos pocos pesos más el pasaje gratis llegará tres veces antes.
6. Shopping con millas
Algunas aerolíneas tienen shoppings virtuales que bonifican al comprador con millas de vuelo. En estos portales de compras de las aerolíneas aparecen todas las tiendas participantes y cuántas millas ofrecen por cada dólar gastado. Hay miles de comercios. Por ejemplo, en el sitio de American Airlines, tiendas como Best Buy, Target, Gap o Nike suelen ofrecer 3 millas por cada dólar. En el caso de Apple arroja una milla por cada dólar, de manera que si el viajero compra en 1000 dólares un producto Apple con su tarjeta de crédito, además de sumar 1000 millas por usar la tarjeta, junta 1000 adicionales.
Estos portales son globales y funcionan para todos los países donde operan dichas compañías. Las aerolíneas que ya poseen tiendas de millas son Delta, American Airlines, United, Avianca y GOL, entre otras.
7. Ojo con el vencimiento
Uno de los diferenciadores más importantes del programa SkyMiles, de Delta, es que las millas no tienen vencimiento. Eso significa que los clientes tienen la libertad de volar con Delta y canjear sus millas sin apuro. En tanto las millas de LAN y Aerolíneas Argentinas caducan a los 36 meses de no registrar movimiento en la cuenta (ya sea por vuelos o por consumos en la tarjeta), mientras que United y American Airlines hacen lo mismo a los 18 meses.
8. Comprar el saldo
Después de sumar kilómetros por todos los medios, el pasajero ahorrativo llega, con la lengua afuera, dispuesto a canjear su boleto. A punto de emitir el pasaje, cae en la cuenta de que le faltan 1000 kilómetros. Tranquilo: todas las compañías permiten comprar el saldo restante. Los precios varían según cada empresa. Por ejemplo, 1600 kilómetros en LAN (equivalente a mil millas) cuestan US$ 32; en American Airlines, US$ 29,50 con el 25% de descuento vigente en el momento de esta nota; mientras que United permite como mínimo la compra de 2000 millas a US$ 75; al igual que Delta, por US$ 70. En el caso de Aerolíneas Argentinas, la compra mínima es de mil millas (US$ 30), pero debe estar relacionada con una reserva de premio. Es decir, que no se pueden comprar simplemente como ahorro para usar en otro momento.
Hay que tener en cuenta que al volar con millas, el pasajero no acumula dicho trayecto ya que no abonó su pasaje. Esto quiere decir que no es conveniente comprar millas cuando representan más de la mitad del pasaje, pues se estará pagando por un trayecto que no reporta beneficios.
Con los puntos suficientes para un ticket aéreo, también pueden canjearse en otra compañía de la misma alianza. Siempre el canje se realiza en la línea de donde provienen las millas. Es decir, si las millas son de AR Plus y se quieren utilizar en Air France (o cualquiera de las 19 aerolíneas que conforman Sky Team), se debe gestionar el canje en las oficinas de Aerolíneas Argentinas.
9. Para que viaje un tercero
También se puede emitir un pasaje de millas para un tercero. Si bien no es posible combinar millas de dos o más socios para alcanzar un único pasaje, sí existe la opción de transferir hasta 60.000 millas entre socios (con un cargo por servicio). Pero en el momento de reservar el ticket, el millaje total debe salir de una sola cuenta.
Tanto Delta como American, United y LAN permiten emitir un ticket para un tercero; en el caso de Aerolíneas Argentinas es necesario inscribir dentro del programa AR Plus a los beneficiarios, que sólo pueden ser cónyuge, hermanos, hijos, padres y nietos del titular. El proceso toma como máximo 5 días hábiles, hasta que los datos se vean reflejados en la cuenta y pueda realizarse una reserva de premio a su nombre.
10. Virtualmente es mejor
Es importante destacar que los canjes de premio, cuando se harán en las misma aerolínea en la que está la cuenta, conviene hacerlos vía Web. Al emitir un ticket en las oficinas generalmente se cobran cargos por procesamiento, un service fee que se evita si el trámite se hace por Internet

NOTA: CINCO SITIOS ARQUEOLOGICOS

Cinco sitios arqueológicos fundamentales, desde las conmovedoras ruinas de la ciudad sepultada por el volcán Vesubio, en Italia, hasta Delfos, en Grecia, con rápidas visitas al pasado remoto de España, Francia y Turquía
Por Lucila Marti Garro  | Para LA NACION

POMPEYA.- El Vesubio acompaña al tren en su recorrido. Siempre está ahí, latente, en el paisaje. El circumvesuviano une Nápoles con Sorrento, pero a mitad de camino desciende una horda de gente: Pompeya es el sitio arqueológico más importante de Europa. Es la huella más viva de un pueblo que albergó a 20.000 personas.
Llegar a las 8.30, cuando las ruinas se abren al público, no es sinónimo de entrar primero. A esa hora ya hay gente. La entrada principal es Porta Marina, a metros de la estación de tren. Aquí se pueden alquilar audioguías por 6,5 euros, o también contratar uno de los tantos tours guiados en español. Para llegar a comprender las ruinas conviene optar por alguno de los dos. Con zapatos cómodos y una botella de agua es tiempo de empezar el recorrido.
Un pantallazo general de Pompeya toma unas seis horas. El objetivo es cubrir los puntos clave y alcanzar a entender cómo era esta ciudad hace casi dos milenios. En el año 62 d.C. había sido castigada por un terremoto y se encontraba en un período de reconstrucción. Pero ese volcán, que sobresale en el paisaje detrás de un velo grisáceo, se enfureció una mañana del 79, cuando sepultó en lava y ceniza las ciudades que lo rodeaban. El Vesubio todavía está activo.
Pompeya quedó entonces suspendida en el tiempo. Desde 1748, cuando empezaron las excavaciones, volvió a resucitar literalmente de las cenizas, y enseña a cada paso cómo era la vida hace dos mil años.
Originalmente, la ciudad estaba rodeada de un muro de tres kilómetros y ocho puertas. Porta Marina tenía un canal que conducía al puerto, lo que permitía que atracaran los buques mercantes para recoger productos agrícolas y las manufacturas de la ciudad.
Justamente desde Porta Marina empieza el recorrido por los principales puntos.
Villa de los Misterios: al ingresar hay que tomar la primera calle a la izquierda hasta el fondo. Es una villa en las afueras del núcleo urbano de la ciudad, pero famosa por la belleza de sus frescos. Es una edificación misteriosa, que aún conserva parte de las pinturas de las paredes. Los historiadores no se han puesto de acuerdo en la interpretación de sus bellos murales, únicos en Pompeya.
La Casa del Fauno: una de las casas más lujosas y aristocráticas de Pompeya. Aquí se encontró el mosaico de Issos, obra que retrata una batalla de Alejandro Magno formada por más de un millón de diminutas teselas. Fue descubierta en un dormitorio. Se cree que esta casa fue construida a poco de que los romanos conquistaran Pompeya, y ha sido la residencia de uno de los nuevos jerarcas. El tamaño de aquella obra, que hoy se muestra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, habla del poder y la opulencia del ocupante de la casa.
Burdel: sobre la calle Vicolo del Lupanare, este es el edificio más visitado con sus frescos eróticos mostrando diversas posturas sexuales. Aquí transcurría la relajada vida sexual de Pompeya. El interior consiste en cinco cubículos con sus explícitas pinturas y grafitis de clientes.
Foro: centro cívico y corazón de la vida comercial de Pompeya. Es un espacio abierto con forma rectangular rodeado de varios edificios públicos importantes. Desde aquí se podía acceder a la basílica, el Templo de Júpiter, el Templo de Apolo, el mercado y las termas. En uno de los laterales y tras las rejas se pueden ver cuerpos en el momento de la erupción, gracias a la técnica descubierta por Giuseppe Fiorelli de los famosos calcos a partir de 1860. Estos moldes de yeso se obtienen rellenando el vacío que la descomposición de la carne dejaba en el estrato de ceniza.
Detrás y muy cerca del foro está la única confitería. Si hay hambre es el momento oportuno para hacer una pausa y comer.
Termas Estabianas: llamadas así por estar en el cruce de la Vía de la Abundancia (Via dell'Abbondanza) y la Vía Estabiana (Via Stabiana), permiten espiar cómo eran los baños romanos. Estaba compuesta por una sección masculina y otra femenina, con cuartos ricamente decorados (el sector de los hombres, mucho más). Tenía un sofisticado sistema de calefacción: el aire caliente circulaba bajo el piso y entre las paredes. Los usuarios tenían una sala de vestir (apodyterium), una sala con piscina de agua fría (frigidarium), una sala templada (tepidarium) y una muy calefaccionada (calidarium), dotada de una bañera para agua caliente y de una fuente con agua tibia. Fue un lugar de reunión.
Teatro grande y pequeño teatro: hacer dos teatros para sentar a 5000 y 1300 personas, respectivamente, habla de la importancia que tenía para los pompeyanos el entretenimiento. El más grande data de la primera mitad del siglo II a.C. y fue construido a la manera del mundo griego aprovechando la pendiente natural de una colina, y con una excelente acústica. El espacio reservado a los espectadores estaba dividido en tres órdenes de gradas de mármol y el escenario tenía las tres puertas clásicas de entrada para los actores.
El pequeño teatro está al lado. Data del 75 a.C y es enteramente romano por su forma estrictamente semicircular. Aquí se recitaban poesías y se daban espectáculos musicales pequeños.
Anfiteatro: al fondo de la Via di Castricio se encuentra el anfiteatro más antiguo del mundo, 150 años más viejo que el Coliseo romano. Similar, pero más pequeño y mejor conservado, impresiona por dentro y por fuera. Tenía unas dimensiones de 135 x 104 metros, y una capacidad para 20.000 espectadores. Se puede ingresar a la zona de la arena, y girar 360° para recrear mentalmente cómo debían ser los espectáculos de gladiadores en Pompeya. Se ven las primeras gradas, ya que las más altas están tapadas de pasto prolijamente cortado. Está alejado de la entrada, pero vale la pena llegar hasta ahí.
Cuando pasó el temblor
Con el paso de las horas, el ojo va logrando imaginar cómo se vivía en Pompeya. Si bien hay lugares atiborrados de turistas, también hay calles solitarias, donde uno puede ingresar en las casas casi con la impresión de que saldrá un romano a recibirlo.
Las calles de grandes empedrados tienen altas veredas, y en las esquinas unos bloques de piedra permitían cruzar saltando por allí la calle, permitiendo que escurriera el agua y la suciedad por la vía sin que los habitantes se mojaran los pies. También servían como reductores de velocidad para los carros, ya que sus ruedas debían pasar por los espacios que deja una y otra piedra. Todavía hoy se ven las huellas de las ruedas en la calle. Según estudios arqueológicos que analizaron las marcas en el piso, se cree que en Pompeya ya existían calles con un único sentido de circulación.
Hasta donde la vista alcanza, las construcciones de casas se repiten en piedra y ladrillo con uno y dos pisos de altura. Las hay más enteras y más destruidas. En el piso hay pequeñas piedritas blancas llamadas ojos de gato. Incrustadas en la piedra, estos mármoles con forma de venecitas lograban reflejar la luz de las velas o la luna, lo cual le facilitaba a la gente ver por dónde caminaba a la noche.
Pompeya es grande. Caminarla sin rumbo y un poco al margen del circuito turístico hace sentirla más viva, más real que un museo. Muchos habitantes lograron escapar, pero otros 2000 quedaron aquí sepultados. Sintieron temblar el piso durante varios días sin darle demasiada importancia. Hasta que el temblor se hizo fuerte y por miedo a un derrumbe, algunos empezaron a correr.
Pero en poco tiempo se hizo de noche. El cielo se cubrió de negro y el volcán estalló de furia. Aquel que ahora posa como imponente telón de fondo, pero que aún sigue vivo e inspira respeto.

útiles
Cómo llegar
Desde Roma: tren a Nápoles. Hay tres servicios que van de los 11 euros a 44 euros. Desde Nápoles tomar el circumvesuviano hasta Pompeya.
Precio: entrada a Pompeya, 11 euros. Pompeya y Herculano, 20 euros.
Más información:www.pompeiisites.org

otros cuatro viajes al pasado

Nimes, Francia
Roma se enorgullece del Coliseo, pero Nimes no tiene nada que envidiarle. El anfiteatro de esta ciudad es el mejor conservado del mundo romano. Desde el siglo I d.C hasta hoy, allí se celebran espectáculos. A pocas cuadras de la actual estación de tren, en el apogeo del imperio, 34 filas de gradas atraían a más de 23.000 personas, ubicadas según el rango social.
La Maison Carrée es otro de los edificios que aún perduran y quedaron insertos en la ciudad actual. Es un antiguo y bello templo romano del primer siglo. En 2009 se completó su restauración, que tomó 4 años y 44.000 horas hombre.
En sus alrededores se hallan la torre Magna (aproximadamente, del siglo I a.C.) y el Puente del Gard (XIX a.C.), uno de los más famosos acueductos romanos.
Si visita Nimes en abril, tal vez se encuentre en un increíble viaje al pasado. Caminará entre gladiadores y podrá participar de los Grandes Juegos Romanos, que acontecen todos los años en esa época. En el anfiteatro se realiza una recreación histórica y un espectáculo único con 500 actores llegados de toda Europa. Incluso en las gradas, un puñado de poderosos mira atento la función, con largos atuendos rojos y dorados. Se organizan desfiles por las calles, espectáculos y animaciones en la Maison Carrée o en el Museo Arqueológico.
Cómo llegar: Nimes está al sur de Francia, a 50 kilómetros del Mediterráneo y a medio camino entre España e Italia. A 100 kilómetros de Marsella y 393 de Barcelona.
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Delfos, Grecia
Este inquietante lugar fue utilizado por los griegos para poder comunicarse con sus dioses en el oráculo de Delfos. Antiguo santuario, fue el centro religioso del mundo griego en el siglo VI a.C. No es de extrañar que escogiesen ese lugar. Allí se respira paz. En lo alto de una ladera de montaña es posible divisarlo casi completo tanto desde abajo como desde arriba. La ciudad era casi inaccesible, pero estaba comunicada por tres caminos. Es una de las paradas más importantes a la hora de conocer la Antigua Grecia, ya que son consideradas como una de las ruinas mejor conservadas del país.
Su enclave junto al monte Parnaso, en el valle de Delfos y con vistas al golfo de Corintos es soberbio. El Templo de Apolo, el tholos o el estadio son algunas de sus construcciones más importantes. También el magnífico Teatro de Delfos está muy bien conservado. Cabe destacar las impresionantes vistas que tenían los asistentes durante las actuaciones. Este teatro contaba con una capacidad para casi 5000 espectadores.
El pueblo de Delfos es agradable y cuenta con un buen número de alojamientos y restaurantes.
Cómo llegar: las ruinas están a 200 km de Atenas. Se puede llegar en auto por la autopista E75, en una excursión por el día, o tomar un micro. La línea Atenas-Delfos cuenta con seis frecuencias diarias en cada sentido. Los autobuses parten de la Terminal B desde las 7.30 y tardan 3 horas en hacer el trayecto.
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Baelo Claudia, España
En Bolonia, sobre la llamada Costa de la Luz, se encuentran los restos del asentamiento romano de Baelo Claudia.
Esta ciudad nació a finales del siglo II a.C. y contaba con una cerca o muralla, plaza pública (foro), Palacio de Justicia, templos, curia o Senado, tiendas, mercado, termas y teatro. Desde las ruinas se ve la playa, a escasos metros.
Tras recorrer sus calles es imposible no imaginar lo que debió ser esta espléndida urbe sobre la playa, cargada de vida, bullicio y arte. En ningún otro yacimiento de España es posible extraer una visión tan completa del urbanismo romano como en esta ciudad. Sorprende el importante grado de conservación de las ruinas. Esto se debe en gran parte a que estuvieron sepultadas por la arena de la playa de Bolonia durante 1700 años.
La vida de esta población alcanzó pleno esplendor entre los siglos I a.C. y II d.C. Su decadencia se inició en el siglo III, con un gran maremoto y las incursiones de hordas mauritánicas y de piratas germánicos. Participaba del continuo comercio con el norte de África. Era el principal puerto marítimo que enlazaba con la ciudad de Tánger, en Marruecos, ciudad que se alcanza a ver en los días despejados.
Baelo Claudia renació por iniciativa del arqueólogo francés Pierre París, principal responsable de que buena parte de esta metrópolis pudiese escapar de su cárcel subterránea de arena, a partir de 1917.
Cómo llegar: está a 25 minutos de Tarifa. Hay que tomar la carretera nacional 340 (Cádiz-Málaga). A la altura del punto kilométrico 70,2 de dicha carretera se encuentra la intersección de la carretera provincial 8202, que se dirige a Bolonia y El Lentiscal. Siguiendo esta última, y a menos de 8 kilómetros, se llega a Baelo Claudia.
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Éfeso, Turquía
Justo en la división entre Europa y Asia, las ruinas de Éfeso son consideradas entre las mejores de Europa después de Pompeya. Se sabe que fue fundada por los griegos en el siglo XI a.C. Fue en el pasado una de las doce ciudades jónicas sobre el mar Egeo, y los restos del templo consagrado a Artemisa fueron distinguidos como una de las Siete Maravillas de la Antigüedad. En el siglo II era la cuarta ciudad más grande del imperio romano y jugó un rol central en la evolución del cristianismo. Está muy bien preservada y es muy grande, pese a que se estima que sólo se excavó el 20 por ciento.
Éfeso fue un centro religioso, cultural y comercial donde circularon Heráclito, San Pablo y el apóstol San Juan. Se cree que también la Virgen María habría pasado sus días aquí luego de la crucifixión de Jesús. Incluso se puede visitar la casa donde habría vivido. Todavía permanece en buen estado una enorme calzada de mármol conocida como la Avenida Santa. Caminando sobre ella se llega a la primera biblioteca del mundo, cuya perfecta fachada descansa sobre 16 columnas.
Otras obras destellantes son las termas, los templos, las casas o el impresionante Teatro Romano. Desde arriba se comprueba que se escucha perfectamente lo que se habla en el escenario.
La entrada cuesta unos 10 euros. Conviene llevar calzado cómodo y agua, porque hace mucho calor y no hay comercios en el lugar.

Cómo llegar: Éfeso está a 25 minutos de Kusadasi (puerto sobre el mar Egeo muy concurrido por cruceros) o a 5 minutos de Selcuk. Se puede llegar en transporte público, minibuses compartiendo el costo del viaje con otros pasajeros o en taxi.
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