Gadgets para viajeros
Un adaptador universal para recargar celular, notebook, tablet sin importar qué forma tengan los enchufes del destino. Una almohadilla inflable, un cargador solar para las baterías, un traductor electrónico, un GPS con los mapas actualizados de las rutas a recorrer, una flamante cámara de fotos, las últimas aplicaciones para el smartphone con novedosas guías sobre la ciudad que visitaremos. La tecnología sorprende a los viajeros y, al mismo tiempo, acompaña y facilita la aventura de conocer nuevos lugares, compartirlo, disfrutarlo y seguir –siempre, claro– conectado.
Ideal para quienes practican turismo aventura y actividades al aire libre, la empresa Garmin presentó Virb, la nueva cámara de acción HD de alto rendimiento. “Cuenta con una carcasa robusta y resistente al agua, su pantalla color única Chroma de 1,4 pulgadas hace que la configuración y reproducción sea muy sencilla, utilizando el mínimo de energía para grabar hasta tres horas de video full HD con una sola carga. Cuenta, además, con estabilización de imagen digital y corrección de la distorsión del lente”, explican en la empresa.
Marca famosa entre quienes utilizan el GPS –los últimos modelos lanzados en la Argentina son el Nuvi 43 y el 52– Garmin desarrolló también un “reloj para la aventura”. Es Fénix, un reloj con varias utilidades. Por un lado, cuenta con un sistema GPS para utilizar en sitios poco frecuentados o lugares remotos en las montañas. Su pantalla está protegida por un cristal antirrayón, puede sumergirse hasta 50 metros, la batería dura 16 horas en modo GPS y “reconoce todo tipo de itinerarios que hayas recorrido al tener en su sistema el Trackback, que permite volver al punto de origen”, describen. Además, cuenta con altímetro barométrico y brújula, entre otras cosas.
También conocida por el desarrollo de GPS, la empresa Tomtom ofrece, entre otros accesorios, un multicargador de alta velocidad para el auto y un kit “manos libres” para smartphone o iPhone.
lunes, 28 de julio de 2014
miércoles, 23 de julio de 2014
NOTA: Siete tips para escoger la maleta perfecta para tu próximo viaje
Siete tips para escoger la maleta perfecta para tu próximo viaje
El tiempo de ruta, el destino, el tipo de viajero y la compañía debes considerar en tu elección.
1.- Para empezar, si viajas por vía aérea, el equipaje de mano permitido en la mayoría de aerolíneas es de 8 a 10 kilos. Si vas en clase ejecutiva por lo general te permiten el doble de peso.
2.- Para bodega contempla un equipaje con ruedas de goma y que giren 360 grados para que sea fácil trasladarlo.
3.- Si viajas con frecuencia opta por un color oscuro como el negro que evita que se note la suciedad propia del uso.
4.- Para hallar tu equipaje con facilidad opta por diseños y colores divertidos.
5.-Para viajes en bus lo recomendable son las maletas flexibles y suaves en el exterior ya que si es rígida ocupa mucho espacio. Y como equipaje de mano lo mejor es una mochila con compartimentos.
6.- Si vas con niños puedes contar con maletas personales con ruedas, e incluso usar la que llevan al colegio.
7.- Para el viajero aventurero lo ideal son las mochilas impermeables. Existen bolsos desde 70 a 140 litros de capacidad. Prefiere una de bolsillos y compartimientos para ubicar tus documentos y pertenencias con facilidad.
Fuente: Elcomercio.pe
El tiempo de ruta, el destino, el tipo de viajero y la compañía debes considerar en tu elección.
1.- Para empezar, si viajas por vía aérea, el equipaje de mano permitido en la mayoría de aerolíneas es de 8 a 10 kilos. Si vas en clase ejecutiva por lo general te permiten el doble de peso.
2.- Para bodega contempla un equipaje con ruedas de goma y que giren 360 grados para que sea fácil trasladarlo.
3.- Si viajas con frecuencia opta por un color oscuro como el negro que evita que se note la suciedad propia del uso.
4.- Para hallar tu equipaje con facilidad opta por diseños y colores divertidos.
5.-Para viajes en bus lo recomendable son las maletas flexibles y suaves en el exterior ya que si es rígida ocupa mucho espacio. Y como equipaje de mano lo mejor es una mochila con compartimentos.
6.- Si vas con niños puedes contar con maletas personales con ruedas, e incluso usar la que llevan al colegio.
7.- Para el viajero aventurero lo ideal son las mochilas impermeables. Existen bolsos desde 70 a 140 litros de capacidad. Prefiere una de bolsillos y compartimientos para ubicar tus documentos y pertenencias con facilidad.
Fuente: Elcomercio.pe
NOTA: Todo lo que siempre quisiste saber sobre viajar en primera y no te atreviste a preguntar
Todo lo que siempre quisiste saber sobre viajar en primera y no te atreviste a preguntar
Quien dice Primera dice Business, aunque sean clases (y mundos) diferentes. Todo lo que no sea viajar contorsionado y con niños (o adultos) dando patadas en el asiento es entrar en otra dimensión viajera. ¿Cómo moverse en ella como las criaturas mundanas que somos o queremos ser?
¿SÓLO ES UN VUELO?
Como diría algún listillo: “es una experiencia global”. Muchas aerolíneas como Emirates o Air France envían a un coche privado a recoger al pasajero de Primera y lo dejan suavemente colocado en el aeropuerto. Por supuesto, no hace check-in donde los demás, qué ordinariez. Ni mucho menos pasa el control de seguridad mezclado con el resto. Tendrá que quitarse los tacones (esos donde por supuesto guardamos el polonio) y el cinturón (con el que siempre se planea amordazar al piloto), pero lo hará en el llamado Fast Track. El camino al paraíso es, justo, un camino especial.
¿QUÉ PUEDO HACER EN UNA SALA VIP? PARA EMPEZAR, LLAMARLE LOUNGE
Es mucho más universal y lo de VIP suena a televisión de los 90. Los Lounge son una especie de no lugar dentro de otro no lugar, de cápsula espacio-temporal en la que el tiempo se para. A veces de forma literal y se puede llegar a perder el vuelo de tantas atracciones como ofrecen. Aunque normalmente un viajero de primera no pierde el vuelo.
Hay lounges que deberían ofrecer visitas guiadas, como el de la Premiére de Air France de Charles de Gaulle. La Premiére, la clase más alta de esta aerolínea cuenta con un espacio propio de categoría aún más alta que el Lounge convencional. En el cielo también hay clases. En él se puede degustar platos de Alain Ducasse, recibir masajes de Biologique Recherche, dormir o simplemente estar. Otro lounge interesante es el de Turkish Airlines en Estambul, que tiene mesa de billar (siempre se nos puede antojar una partida antes de un vuelo retrasado) o el de Singapur Airlines, en el aeropuerto de Changi donde se puede comer tan bien o mejor que en la ciudad.
El nuevo lounge de Qatar Airlines de Heathrow tiene hasta un Martini Bar. En Qatar, esta aerolínea tiene su propia terminal, la Qatar Airways Private Terminal, Doha. Un destino en sí mismo. No habría que pisar el país. Yo recomiendo, siempre que se viaja en clase importantísima, dedicar tiempo a estar en el lounge. Y aunque no apetezca ducharse, uno se ducha. Así hay algo más para contar.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIA A VOLAR EN TURISTA?
En que en Primera o buen Business (porque los hay mediocres, sí) uno quiere que el vuelo dure. En turista uno quiere dormir, leer y llegar. En estas clases todo es más suave, el ruido es menor y el avión se mueve menos. No es cierto, se mueve igual, pero la experiencia de estar envuelto en confort convierte el vuelo en un destino en sí mismo. Las aerolíneas están inmersas en una batalla tremenda a ver quién ofrece una primera clase más apabullante.
Una de las últimas en presentarla ha sido Air France. Su propuesta es una suite de alta costura, con cortinas que separen a los pasajeros y posibilidad de comer frente a otra persona, como si se estuviera en un restaurante de París. Por no hablar de la pantalla de cine de la nueva Suite Premiére. Es casi como la de algunos cines de Madrid.
Cada aerolínea compite a su manera: Etihad, por ejemplo, ofrece ducha. Hablamos de primera clase. En Business no se llega a tanto despliegue de lujos, pero se puede comer, dormir y ver películas mucho mejor que en tierra. En resumen, se diferencia en todo. Solo se parecen a que están en el mismo avión.
PERO, ¿DUERMO EN UNA CAMA?
Hablemos de un tema peliagudo. Hay otra guerra que se libra en el aire: la de la aerolínea que ofrece la mejor cama. Es decir, la mejor transformación del asiento en cama. Ahí, la batalla se libra en centímetros. Los aviones se convierten, por la noche, en hoteles. Las clases Business y Primera lo potencian y se lo creen. Algunas aerolíneas como Emirates preparan la cama como si el avión fuera Downton Abbey.
LA COMIDA NO DEJA DE SER COMIDA DE AVIÓN, ¿VERDAD?
Se come en el avión pero aquí entramos en otra liga. Las clases Business y Primera son también restaurantes voladores. Los chefs se fichan como si fueran futbolistas galácticos. Cuantas más estrellas Michelin hay cerca de las estrellas de verdad, más contentos todos. La bodega se cuida con el mimo de la de Atrio. Bueno, no nos pasemos, pero se cuida muy bien.
¿QUÉ VOY A SENTIR ALLÍ ARRIBA?
Por ejemplo, que el tiempo tiene una forma muy caprichosa de comportarse en las clases elevadas de los aviones. O permite ver tres películas de estreno, un capítulo de Friends, comer dos veces como un gourmand o nos invitan tanto al descanso que nos dormimos y al abrir el ojo ya estamos aterrizando. La sensación de irrealidad en una primera clase es inquietante. Pero inquieta bien.
Y, ¿POR QUÉ TIENE QUE TERMINAR?
Todo tiene un fin, hasta volar en la Première de Air France. Por supuesto, los afortunados que lo hacen salen los primeros del avión, reciben su maleta sin tensiones y son depositados, de nuevo suavemente en su destino. En Primera todo es suave. Hasta las turbulencias.
Fuente: CondéNast Traveler
Quien dice Primera dice Business, aunque sean clases (y mundos) diferentes. Todo lo que no sea viajar contorsionado y con niños (o adultos) dando patadas en el asiento es entrar en otra dimensión viajera. ¿Cómo moverse en ella como las criaturas mundanas que somos o queremos ser?
¿SÓLO ES UN VUELO?
Como diría algún listillo: “es una experiencia global”. Muchas aerolíneas como Emirates o Air France envían a un coche privado a recoger al pasajero de Primera y lo dejan suavemente colocado en el aeropuerto. Por supuesto, no hace check-in donde los demás, qué ordinariez. Ni mucho menos pasa el control de seguridad mezclado con el resto. Tendrá que quitarse los tacones (esos donde por supuesto guardamos el polonio) y el cinturón (con el que siempre se planea amordazar al piloto), pero lo hará en el llamado Fast Track. El camino al paraíso es, justo, un camino especial.
¿QUÉ PUEDO HACER EN UNA SALA VIP? PARA EMPEZAR, LLAMARLE LOUNGE
Es mucho más universal y lo de VIP suena a televisión de los 90. Los Lounge son una especie de no lugar dentro de otro no lugar, de cápsula espacio-temporal en la que el tiempo se para. A veces de forma literal y se puede llegar a perder el vuelo de tantas atracciones como ofrecen. Aunque normalmente un viajero de primera no pierde el vuelo.
Hay lounges que deberían ofrecer visitas guiadas, como el de la Premiére de Air France de Charles de Gaulle. La Premiére, la clase más alta de esta aerolínea cuenta con un espacio propio de categoría aún más alta que el Lounge convencional. En el cielo también hay clases. En él se puede degustar platos de Alain Ducasse, recibir masajes de Biologique Recherche, dormir o simplemente estar. Otro lounge interesante es el de Turkish Airlines en Estambul, que tiene mesa de billar (siempre se nos puede antojar una partida antes de un vuelo retrasado) o el de Singapur Airlines, en el aeropuerto de Changi donde se puede comer tan bien o mejor que en la ciudad.
El nuevo lounge de Qatar Airlines de Heathrow tiene hasta un Martini Bar. En Qatar, esta aerolínea tiene su propia terminal, la Qatar Airways Private Terminal, Doha. Un destino en sí mismo. No habría que pisar el país. Yo recomiendo, siempre que se viaja en clase importantísima, dedicar tiempo a estar en el lounge. Y aunque no apetezca ducharse, uno se ducha. Así hay algo más para contar.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIA A VOLAR EN TURISTA?
En que en Primera o buen Business (porque los hay mediocres, sí) uno quiere que el vuelo dure. En turista uno quiere dormir, leer y llegar. En estas clases todo es más suave, el ruido es menor y el avión se mueve menos. No es cierto, se mueve igual, pero la experiencia de estar envuelto en confort convierte el vuelo en un destino en sí mismo. Las aerolíneas están inmersas en una batalla tremenda a ver quién ofrece una primera clase más apabullante.
Una de las últimas en presentarla ha sido Air France. Su propuesta es una suite de alta costura, con cortinas que separen a los pasajeros y posibilidad de comer frente a otra persona, como si se estuviera en un restaurante de París. Por no hablar de la pantalla de cine de la nueva Suite Premiére. Es casi como la de algunos cines de Madrid.
Cada aerolínea compite a su manera: Etihad, por ejemplo, ofrece ducha. Hablamos de primera clase. En Business no se llega a tanto despliegue de lujos, pero se puede comer, dormir y ver películas mucho mejor que en tierra. En resumen, se diferencia en todo. Solo se parecen a que están en el mismo avión.
PERO, ¿DUERMO EN UNA CAMA?
Hablemos de un tema peliagudo. Hay otra guerra que se libra en el aire: la de la aerolínea que ofrece la mejor cama. Es decir, la mejor transformación del asiento en cama. Ahí, la batalla se libra en centímetros. Los aviones se convierten, por la noche, en hoteles. Las clases Business y Primera lo potencian y se lo creen. Algunas aerolíneas como Emirates preparan la cama como si el avión fuera Downton Abbey.
LA COMIDA NO DEJA DE SER COMIDA DE AVIÓN, ¿VERDAD?
Se come en el avión pero aquí entramos en otra liga. Las clases Business y Primera son también restaurantes voladores. Los chefs se fichan como si fueran futbolistas galácticos. Cuantas más estrellas Michelin hay cerca de las estrellas de verdad, más contentos todos. La bodega se cuida con el mimo de la de Atrio. Bueno, no nos pasemos, pero se cuida muy bien.
¿QUÉ VOY A SENTIR ALLÍ ARRIBA?
Por ejemplo, que el tiempo tiene una forma muy caprichosa de comportarse en las clases elevadas de los aviones. O permite ver tres películas de estreno, un capítulo de Friends, comer dos veces como un gourmand o nos invitan tanto al descanso que nos dormimos y al abrir el ojo ya estamos aterrizando. La sensación de irrealidad en una primera clase es inquietante. Pero inquieta bien.
Y, ¿POR QUÉ TIENE QUE TERMINAR?
Todo tiene un fin, hasta volar en la Première de Air France. Por supuesto, los afortunados que lo hacen salen los primeros del avión, reciben su maleta sin tensiones y son depositados, de nuevo suavemente en su destino. En Primera todo es suave. Hasta las turbulencias.
Fuente: CondéNast Traveler
NOTA: Lo que no debes hacer en el baño de un avión
Lo que no debes hacer en el baño de un avión
Viajar en avión es generalmente cómodo, pero cuando se trata de usar los baños la experiencia puede cobrar tintes incómodos.
Los sanitarios de aviones no suelen estar entre las prioridades de los viajeros sin embargo es común usarlos durante un vuelo, por ello es necesario tener en cuenta ciertas indicaciones.
Estos espacios están destinados expresamente a satisfacer necesidades naturales de los humanos; no obstante existen viajeros que los usan de manera errónea incomodando a otros.
Además de incomodidad, los usuarios de los sanitarios pueden llevarse sorpresas desagradables si no usan correctamente estos espacios. Te presentamos algunas cosas que debes evitar al usar los baños de aviones.
Ir descalzo. Muchas personas se quitan los zapatos durante los vuelos, pero si van al baño esto es pésima idea porque es muy seguro terminar con las plantas de los pies mojadas por sospechosos líquidos.
Equivocarse. Varias aerolíneas cuentan con sanitarios para hombres y mujeres, por ello hay que tener mucho cuidado en usar el correcto, especialmente los caballeros que deben respetar el espacio dedicado a las mujeres.
No ensuciarlos. Parece lógico, pero es algo en lo que se debe insistir: si se usa un sanitario hay que dejarlo lo más limpio para la siguiente persona en usarlo.
No tardarse. Aunque la idea de tener un encuentro romántico en un sanitario suene emocionante, en realidad es pésimo para quienes desean usarlo; además te puedes meter en problemas.
Momentos clave. Decidir ir al baño durante el despegue o el aterrizaje es mala idea, porque en esos momentos los pasajeros deben estar sentados en sus asientos; en ocasiones los aviones no pueden irse si los sanitarios están ocupados, además de que pueden levantarse sospechas.
Fuente: El Mundo al Instante
Viajar en avión es generalmente cómodo, pero cuando se trata de usar los baños la experiencia puede cobrar tintes incómodos.
Los sanitarios de aviones no suelen estar entre las prioridades de los viajeros sin embargo es común usarlos durante un vuelo, por ello es necesario tener en cuenta ciertas indicaciones.
Estos espacios están destinados expresamente a satisfacer necesidades naturales de los humanos; no obstante existen viajeros que los usan de manera errónea incomodando a otros.
Además de incomodidad, los usuarios de los sanitarios pueden llevarse sorpresas desagradables si no usan correctamente estos espacios. Te presentamos algunas cosas que debes evitar al usar los baños de aviones.
Ir descalzo. Muchas personas se quitan los zapatos durante los vuelos, pero si van al baño esto es pésima idea porque es muy seguro terminar con las plantas de los pies mojadas por sospechosos líquidos.
Equivocarse. Varias aerolíneas cuentan con sanitarios para hombres y mujeres, por ello hay que tener mucho cuidado en usar el correcto, especialmente los caballeros que deben respetar el espacio dedicado a las mujeres.
No ensuciarlos. Parece lógico, pero es algo en lo que se debe insistir: si se usa un sanitario hay que dejarlo lo más limpio para la siguiente persona en usarlo.
No tardarse. Aunque la idea de tener un encuentro romántico en un sanitario suene emocionante, en realidad es pésimo para quienes desean usarlo; además te puedes meter en problemas.
Momentos clave. Decidir ir al baño durante el despegue o el aterrizaje es mala idea, porque en esos momentos los pasajeros deben estar sentados en sus asientos; en ocasiones los aviones no pueden irse si los sanitarios están ocupados, además de que pueden levantarse sospechas.
Fuente: El Mundo al Instante
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