viernes, 3 de enero de 2014

NOTA: Viajar es la mejor medicina


Viajar es la mejor medicina

Salir de viaje es una inversión en salud, según un reciente informe indicativo de que conectarse con otros paisajes y realidades reduce el riesgo de infarto y depresión.
Según un estudio, las personas que hacen viajes de placer frecuentes podrían correr un riesgo menor de muerte por infarto y de desarrollar depresión. Los viajes, además, harían bien a la salud del cerebro manteniendo bajo control el deterioro cognitivo y la demencia.
Un medicamento insólito, pero al parecer eficaz: viajar. De un estudio reciente se desprende que el hábito de tomarse pausas de placer viajando es una buena manera de prolongar la vida, reducir el riesgo de infarto (u otros accidentes cardiovasculares) y de depresión, favoreciendo al mismo tiempo la salud del cerebro.
Los amantes de los viajes de placer pueden por ende estar más tranquilos que quienes nunca asoman la nariz de las paredes de la casa o de su lugar de residencia. Las ventajas de viajar se traducen en beneficios tanto a nivel físico como mental y cognitivo, ya que despliegan los mismos efectos que resolver crucigramas o visitar museos.
El estudio, realizado por la Global Commission on Aging and Transamerica Center for Retirement Studes, en asociación con la U.S. Travel Association, constató, por ejemplo, que las mujeres que se iban de vacaciones o hacían un viaje de placer sólo cada 6 años o menos presentaban un riesgo significativamente más elevado de ser víctimas de un infarto o muerte coronaria, que las mujeres que se iban de vacaciones por lo menos dos veces al año.
En lo que se refiere a los hombres que no se tomaban por lo menos unas vacaciones anuales, el estudio demostró que presentaban un riesgo 20% más alto de muerte por todas las causas y cerca de un 30% de riesgo mayor de muerte por enfermedades cardíacas.
Según los expertos, los beneficios de viajar son casi inmediatos: después de apenas uno o dos días de vacaciones, 89% de los participantes en el estudio vieron disminuciones significativas del estrés. Situación que tiene indudables beneficios tanto a nivel físico como mental.
Los resultados continuaron siendo positivos para quienes hacen viajes y toman vacaciones con más frecuencia, aun después de haberlas ajustado por factores combinados como el nivel de ingreso, la condición social, las condiciones de salud preexistentes y otras.
Quien en este momento no puede permitirse viajar, declaró que sueña hacerlo algún día al jubilarse. Los tipos de viajes que han demostrado tener un mayor impacto sobre el interés de las personas son los hechos con familiares o amigos. Pero, en definitiva, lo importante es emprender vuelo –al menos cada tanto.

Viajar es la mejor medicina
POR LM&SDP / LA STAMPA Y CLARÍN

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