En los aeropuertos de Estados Unidos las medidas de seguridad pasaron a ser las más extremas, al igual que en los países de Medio Oriente. Antes de atravesar los arcos detectores, el viajero no sólo debe descalzarse, sacarse el cinturón, retirar del bolso los dispositivos electrónicos y pasarlo por separado por el escáner en una bandeja, sino que debe quitarse la chaqueta, el reloj y sacar monedas y dinero de los bolsillos.
Pero lo que generó la iniciativa de volver sobre este tema es que, a más de 11 años de los atentados en las torres de Manhattan, aquí, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, la Policía de Seguridad Aeroportuaria –al momento de realizar la inspección del equipaje de mano– sigue reteniendo innumerables elementos no permitidos para llevar en cabina.
Detectados por body scanner (o arco detector), por las cabinas de rayos X que controlan el equipaje o por las paletas manuales del detector de metales, se secuestran a diario infinidad de artículos no permitidos que los viajeros por distracción o desconocimiento llevan consigo. Entre tantas nimiedades suele haber productos muy costosos, pero la restricción es inflexible y no siempre se puede salir de la zona restringida para dejarle a un familiar o a un amigo el elemento que no se puede embarcar.
Una de las retenciones más frecuentes son envases plásticos con bebidas, pero también están los elementos cortopunzantes como tijeras, cuchillos, navajas, cutters, limas metálicas, alicates, corta uñas, agujas o palillos de tejer, pinzas, etc. También se decomisan perfumes, geles, licores, cremas o productos de consistencia semejante (como desodorantes en barra, lápiz labial, pasta de dientes, etc). Como excepción, está permitido transportar este tipo de productos en una bolsa transparente de 1 litro de capacidad máxima, con sistema de apertura y cierre que permita verificar rápidamente su contenido. Cada pasajero puede llevar recipientes que no excedan los 100 ml cada uno.
Los medicamentos sólo se permiten en las dosis necesarias para ingerir durante las horas que demande el viaje. Existe, además, la posibilidad de que se requiera la prescripción médica como constancia del tratamiento.
Hay compañías que permiten transportar armas de fuego como equipaje acompañado, siempre y cuando estén declaradas y descargadas. Las compras en el Duty Free que impliquen riesgo para la seguridad, no se entregan en caja al momento de la compra sino en la manga antes de subir al avión.
Lo que no está permitido llevar como equipaje de mano en la cabina debe ser despachado en la bodega o descartado. Es por esto que quienes tengan dudas al momento de transportar un artículo que puede ser considerado una mercancía peligrosa, pueden llamar a la aerolínea o consultar directamente en la web de la empresa.
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